Sin duda, el primer paso para la inserción laboral de las personas con discapacidad es su integración plena en todos los niveles sociales. El hecho de que cada vez participen más en los diferentes ámbitos culturales, educativos, lúdicos, etc., es un indicador de que nuestra sociedad, por fin, comienza a despertar a la diversidad ampliando su capacidad de integración de la diversidad.
 
No obstante, aún quedan muchas miradas por cambiar y muchos prejuicios por derribar. Siendo fundamental que deje de ser anecdótico ver a una persona con discapacidad haciendo una tarea de forma autónoma: hay que dar un paso decisivo para que se convierta en algo habitual, pues sólo entonces habremos alcanzado la verdadera normalización.
 
Los datos indican que en España ha crecido la contratación de personas con discapacidad y en 2014 alcanzó su máximo histórico, superando las 80.000. Lo anterior hace que las organizaciones empiezan a entender la diversidad funcional como un aporte de riqueza en todos los sentidos, no sólo desde el punto de vista fiscal, sino también desde la óptica social y de la productividad. Cuando una empresa contrata al profesional con discapacidad entiende los beneficios y va tomando conciencia de todos los beneficios que aporta a la organización: esfuerzo, superación, capacidad de sacrificio y otras muchas cualidades que revierten en buenos resultados.
 
A lo largo de este curso vamos a ver cómo los RR.HH pueden ser una ayuda y no un obstáculo de cara a la adaptación óptima entre el trabajador con discapacidad y la organización empresarial, sea esta o no un CEE. Dotando a los profesionales de los conocimientos necesarios para saber gestionar la diversidad funcional en su organización